Tanto para un autónomo como para una sociedad, son necesarias una serie de gestiones obligatorias que pueden llegar a ser muy laboriosas y específicas, por lo que muchas empresas acuden a ayudas externas, como son las asesorías. Las asesorías se encargan de que las obligaciones contables, fiscales y laborales no se conviertan en un problema, acompañando desde el inicio del proyecto, cumpliendo con la normativa que afecta a la empresa e informando puntualmente del avance del negocio.